HOLA,
SOY CELIA M.
La persona detrás de Recoloco.
Este es el resumen, la versión extendida más abajo…

¿Qué hago en Luxemburgo?
Hace 5 años llegué a Luxemburgo sin tener muy claro a qué venía (más allá de venir por amor), ni cuánto tiempo me quedaría. Tampoco sabía exactamente qué quería hacer con mi vida, sinceramente, en ese sentido estaba en modo bajona ON.
Y lo intenté, lo de tener un trabajo fijo, un sueldo estable, una vida que llaman menos “complicada”. Pero, por alguna razón siempre acabo volviendo a esto: transformar y optimizar espacios, pensar con las manos y ayudar a que cada cosa encuentre su sitio. Y ¿Cómo podía traducir todo eso en un puesto laboral? Ya te lo digo, no era fácil.
No voy a decir que estoy persiguiendo un gran sueño. Es más bien algo que me sale de dentro. No fantaseo con arreglar casas ajenas… pero cuando lo hago y alguien me dice lo bien que se siente en su espacio después de pasar por Recoloco, resulta que eso de complicarme la vida me importa un poco menos.
¿Por qué Recoloco es tan especial para mi?
Porque es el lugar donde, por fin, puedo juntar muchas de las cosas que me hacen sentir bien. Durante años busqué trabajos donde pudiera ser yo misma, donde alguien realmente quisiera conocer lo que tenía para ofrecer. Pero muchas veces me sentía encasillada, sin que nadie viera lo que realmente podía aportar. Me he aburrido hasta la desesperación, sintiéndome mal por no saber valorar lo que tenía.
He comprendido que soy de pensar con las manos. La mayoría de mis ideas surgen en el terreno. Lo de planificar se me da un poco peor… y ya estar horas delante del ordenador… ni te cuento.
Y aunque aún no tengo del todo claro el “cómo”, tengo la gran suerte de que llevo años descubriendo el “para qué”.
Recoloco nació de esa necesidad de reconectar conmigo misma y con los demás. De sacar hacia fuera lo que llevo dentro que consiste en: escuchar de verdad a las personas, entender sus gustos, sus manías, sus preocupaciones… y desde ahí, crear espacios que les hagan la vida más cómoda, más bonita, más suya. Me encanta construir esa relación de confianza, y traducirla en hogares con sentido.
Además, me exige desarrollar mi creatividad: imaginar soluciones ya sean técnicas, prácticas o estéticas, construir ideas sobre la marcha… y mancharme las manos; Montar muebles, ordenar trasteros, colgar cuadros, vivir taladro en mano… y con mi caja de herramientas siempre lista. Estas cosas si que hacen que se me pasen las horas volando.
Entre idas y venidas, aquí estoy. Con Recoloco como forma de aportar, de crear y de acompañar.